Sylphes es la evolución de un estilo artístico.
Sylphes es un espectáculo eminentemente visual que combina la danza aérea con el hilo conductor de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi. Las fascinantes figuras en el cielo se transforman de manera hipnótica y nos recuerdan las coreografías grupales de natación sincronizada y el ballet clásico. Una creación llena de alegorías y símbolos, recordando mitos y leyendas ancestrales, que nos emocionan profundamente sin explicación. Una música, una melancolía de las estaciones que casi ya no existen, y sobre todo un mensaje latente de regresar a ese equilibrio de la naturaleza.
Son capaces de generar momentos de una plasticidad y belleza sorprendente con la intención de hacernos conectar y celebrar el poder de los sentidos, contagiando las emociones directamente hasta acorralar la razón. Se destaca la energía que se origina, la complicidad de las bailarinas, la calma y la suavidad se mezclan con la adrenalina a flor de piel. Un producto para todos los públicos y sin límite de aforo a más de 30 metros de altura.
Sinopsis: Mientras las Sylphes,unos espíritus femeninos del aire, viajan con la luna para cambiar las estaciones del año. Atraidas por la Tierra, pierden su condición etérea y la Luna las abandona. La magia de las cuatro estaciones será la sustancia para alcanzar ese equilibrio sanador.
El espectáculo se basa en la obra “Las cuatro estaciones” de Vivaldi y se inspira en la adaptación de la misma por parte del compositor germano-británico Max Richter realizada en el año 2012.
Una revisión de un clásico elogiada por la crítica y considerada una perspectiva verdaderamente innovadora y respetuosa con el espíritu de la obra original. Esta loable apuesta de Richter ofrece una traducción posmoderna y minimalista de una obra barroca que, milagrosamente, no la desvirtúa, sino que la ilumina con unas nuevas tonalidades.
En la misma línea se incluyen fragmentos de Bach y alguna composición propia del mismo autor.
“Una experiencia única que atrapa de principio a fin.” Así lo vivieron los más de 100.000 espectadores que recibieron el 2020 en el Circo Máximo de Roma. O las decenas de miles que lo presenciaron en España, Portugal, Francia, Alemania, Rumanía, Israel, Taiwán o México.
La prensa internacional cataloga el espectáculo como “espléndido, sublime, mágico, cautivador, fascinante y magnético”. “Para nosotras no hay mejor adjetivo que contemplar los rostros del público durante la representación”.